Los procesos creativos a la hora de desarrollar ideas
¿Qué puedo ofrecer? ¿Qué buscan mis potenciales clientes? ¿Cómo hago para que me compren? Estas son 3 preguntas muy típicas que nos hacemos las personas que queremos emprender.
La profundidad de las preguntas y de sus respuestas depende de cuán amplio sea la perspectiva con la que se abordan.
Los emprendedores precisamos una serie de características o actitudes a la hora de llevar a cabo nuestra actividad: flexibilidad, fluidez, resiliencia y tolerancia a la incertidumbre.
Quizás si hablamos de arte, en sí no vamos a encontrar ninguna conexión con el emprendimiento y con estas actitudes necesarias del emprendedor. Pero, nada más lejos de la realidad. El arte liga con la creatividad, con la generación de ideas en el caos, escenario necesario para su puesta de manifiesto. La propia creatividad requiere de flexibilidad, resiliencia, fluidez y tolerancia a la incertidumbre. Encontramos pues, un punto de conexión entre el arte, la creatividad y el emprendimiento.
La importancia del arte y de la creatividad se deja ver en la interferencia que tiene el diseño en las decisiones de los usuarios. Además, este puede tener una influencia notoria sobre la experiencia de los usuarios respecto al producto o servicio.
Los procesos creativos, en definitiva, nos permitirán abordar cuestiones fundamentales para los emprendedores desde otra mira, haciendo que la formulación de la pregunta influya de forma definitiva en la respuesta que pueda dársele. En este sentido, Tina Seelig, ofrece un paradigma que, si bien es sencillo, tiene un significado profundo. Si nos preguntasen: ¿Cuál es el resultado de sumar 5 + 5? El resultado solo puede ser uno. Pero, y si ¿Formulamos la pregunta de tal forma que, qué dos sumandos dan como resultado 10? Entonces, la respuesta puede ser infinita. Simplemente el darle la vuelta al proceso de generar ideas a través de un proceso creativo puede suponer el origen de un proyecto creativo.
Otra afirmación que viene al caso es rascar donde no pica: esto es muy común en el campo de la osteopatía, donde se observa al paciente desde una perspectiva más holística y menos aislada, a diferencia de lo que se ha hecho en la fisioterapia años atrás.
Si antes hablábamos de las actitudes del emprendedor, ahora podemos citar cuál puede ser una de las claves en los procesos creativos: la divergencia de las personas involucradas en este.
Generación de ideas
La generación de ideas es un stage muy importante en el desarrollo de un proyecto de emprendimiento. Sin embargo, en ocasiones suceden dos situaciones problemáticas: de un lado, que la generación de ideas se produce bajo un mando lógico, lo cual merma el trabajo de nuestra creatividad, lo cual puede parecer una paradoja; de otro, que la generación de ideas no tiene un lugar específico y correcto dentro de la metodología que se aplica para el desarrollo de un producto final. Así, en ocasiones nos encontramos que el problema está en el propio método, lo cual nos llevará a que tengamos que dejar de cavar en el hoyo, en lugar de seguir insistentemente por dicho camino. La metodología supondrá la aplicación de cierto orden, que en cualquier caso debe respetar el caos necesario para que los procesos creativos y de innovación tengan lugar. De hecho, la innovación es la aplicación práctica de procesos creativos.
La generación de ideas tiene su lugar, y no es el primero: antes que nada debemos realizar un planteamiento y una investigación junto a las conclusiones, ya que debemos delimitar qué rumbo ha de tomar dicho trabajo de generación de ideas. Así, le seguirán las propuestas, el desarrollo, el producto final y la verificación. En cualquier caso, estos pasos no son estancos o rígidos, sino líquidos o flexibles. Unos procesos tendrán lugar en otros, mostrando cierta interrelación.
¿El problema está en la generación de ideas?
Una cuestión interesante es si la generación de ideas es en sí un problema. Las empresas deben llevar a cabo modificaciones de sus productos o servicios que ofrecen a los usuarios y para este cometido se encomiendan a expertos creativos que les ofrezcan soluciones transgresoras. Durante el proceso de generación de ideas, las propias empresas pueden mostrarse reticentes a las propias ideas generadas, siendo observadas como una amenaza, como una locura. Al contrario de lo que podríamos pensar, el problema no radica en la generación de las ideas, sino en el manejo del discurso de las mismas. La perspectiva creativa debería articularse apuntando al usuario, y no al cliente: y el cliente debe saber eso. En este sentido, una problemática bastante habitual se encuentra en la definición de cuál es el problema. La creatividad, en este discurso, debe trabajar para mejorar la situación de la empresa y ofrecer una solución efectiva.
Procesos creativos y herramientas
La brújula de recorrido
Si tuviera que quedarme con un elemento de la primera clase de Juan Aguilar sería sin duda esta herramienta. Básicamente se alinean por un lado las inquietudes de los emprendedores con diferentes sectores de actividad a los que estos se dedican. Se añade un ingrediente fundamental: el juego. El escenario creativo demanda una conexión de los puntos de forma que se creen triángulos (3 elementos) dando lugar a una generación de ideas a través de un proceso creativo con una alta probabilidad de potencial éxito: no puede ser de otra forma, se está motivando a los emprendedores a desarrollar en campos y aspectos que son de su agrado y que además amplían las perspectivas de lo que puede crearse.
En ese momento, el caos en el proceso creativo es esencial: hay que trabajar con él para que con posterioridad las ideas se vayan ordenando.
El trabajo con rizomas de palabras y conceptos clave
Otra forma de trabajar que me pareció súper interesante fue la que se realizó en el MNAD —Museo Nacional de Artes Decorativas-. El primer paso busca una inmersión de las personas involucradas en los procesos de co-creación: la puesta en conocimiento de los participantes de la causa, del proyecto, de su idiosincrasia, etcétera. El segundo paso será el juego en equipo generando ideas con palabras y conceptos clave, creando una mezcla divergente de ideas creativas. El tercer paso será la selección de ideas. El cuarto, su ordenación, el quinto la selección y el sexto, el descarte, arriesgándose con 1 sola idea. Lo interesante de este método es que tanto la selección de ideas en el tercero como en el quinto paso permite elegir una idea de otros grupos, lo cual significa una ampliación de la perspectiva en el propio proceso creativo. En la generación de ideas, una premisa es fundamental: no se juzga. Lo que hoy es extravagante, mañana puede ser algo nuevo.
Otras herramientas creativas
A la hora de generar ideas vimos el triángulo invertido que parte desde la idea de negocio pasando por diferentes estadios hasta llegar al producto o servicio, más específico. Es una herramienta muy útil que permite concretar lo que podemos ofrecer a los usuarios partiendo desde concepciones más abstractas y abiertas. Existe la posibilidad de hacerlo de forma inversa: si tenemos un producto o servicio que ofrecer, podremos avanzar hasta llegar a la idea de negocio general que englobará este producto o servicio. Esta herramienta nos permite optimizar la información y prototipar rápidamente.
Conclusiones personales
El arte y la creatividad eran conceptos diferentes en mi cabeza antes de la sesión. Ahora soy capaz de entender y de ver la aplicabilidad de ambos términos en el proceso de desarrollo de ideas de negocio y de productos o servicios.
Las herramientas creativas son esenciales para poner a trabajar nuestro hemisferio derecho.