Es difícil resumir en un artículo de forma que sea útil para todos los que pasáis por aquí, la experiencia que tuvimos el otro día en la sesión del BAT en el Centro Pompidou de Málaga.
Para poner las cosas en contexto, la sesión versaba sobre el arte como negocio y el trabajo de Narita Studio.
La primera parte relativa al arte me resultó muy interesante respecto a cómo el ecosistema cultural se desarrolla por y para el usuario espectador, ya sea local o turista. En cualquier caso, como otros servicios, money is king y es necesario para que pueda seguir ofreciéndose a los usuarios un espacio que sea acorde a lo que la filosofía Pompidou expresa.
La segunda parte fue apoteósica desde un punto de vista visual. Me quedé impresionado con el trabajo y la puesta en escena de Narita. Pero, como no vamos a dedicar el artículo a los halagos, voy a exponer aquí ciertas píldoras que he recogido y que me parecen inspiradoras a la hora de comenzar un proceso creativo con el fin de empezar o mejorar nuestro proyecto o idea de negocio.
#1 Diseño = estrategia
El primer punto es que el diseño no es algo improvisado. Es parte de una estrategia planificada. El diseño además es estrategia en sí, ya que la configuración del mismo se hace a la vista de una estrategia: expresa una misma estrategia.
#2 Sigamos un orden
El orden a la hora de establecer un proceso creativo o una idea de negocio ha de pasar necesariamente por los siguientes estadios:
- Conocernos
- Profundizar
- Enfocar
- Sintetizar
- Implantar
- Mejorar
#3 Lo disruptivo es más fácil de conseguir si trabajamos en un equipo multidisciplinar
Buscar conexiones entre campos cercanos puede ser clave a la hora de avanzar y conseguir un resultado de calidad en el proceso creativo o en la generación y desarrollo de ideas de negocio. Un proceso lineal nos hará avanzar más rápido, pero sin alternativas.
#4 Implantar una estrategia va más allá del diseño de una marca
Estrategia y marca son dos conceptos relacionados y conectados por el diseño. La estrategia no acaba en la marca, sino que ha de continuar más allá, ya que será la hoja de ruta que desarrolle la propia marca.
#5 Definir no es excluir: es enfocar y atender
Para conocer, profundizar y conectar con nuestros clientes potenciales es necesario hacer una inmersión en el ecosistema en el cual este vive. Esto nos hará dejar de observar otras realidades y otros ecosistemas. Aunque esto puede no ser la mejor de las ideas al principio de la vida de un negocio, sí que es interesante en cuanto ya estemos trabajando con un cierto grupo de personas. Habremos de atender y comprender las personas que se relacionan con nosotros, como empresa. Y para ello tendremos que dedicar una atención y tiempo exclusivos que nos permitan ir más allá en las relaciones con nuestros clientes, con el fin de lograr relaciones de mejor calidad.
#6 Seamos disruptivos. No podemos hacer lo mismo si queremos resultados diferentes
Siguiendo lo que decía Einstein, tenemos que pensar diferentes si queremos llegar a conclusiones nuevas. Un pensamiento divergente nos hará recorrer un proceso creativo diferente. El objetivo es generar más y más, y a partir de ahí que los resultados sean distintos a los que la competencia hace en nuestro sector.
#7 Vendamos servicios que son nuestros de la forma que lo hacen otros sectores
Para mí, sin duda, una epifanía. Pensemos en nuestro sector: ¿Qué estamos haciendo? ¿Estamos haciendo lo mismo que la competencia? ¿Nos van a elegir a nosotros pudiendo elegir a la competencia? ¿Por qué? Y si, ¿Aplicamos la metodología de otros ámbitos al nuestro? ¿Seremos diferentes así? ¿Esa diferenciación es atractiva? ¿Puede ser aprovechable?
Es interesante observar y estudiar aquello que nos atrae y aquello que atrae a las personas tipo que pueden estar interesadas en nuestros servicios. Seremos así capaces de mejorar nuestra precisión y nuestra eficacia para satisfacer sus necesidades y de forma que la experiencia del consumidor sea mucho más disfrutable.
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